La educación como derecho y deber
Además de ser un derecho, la educación también puede considerarse un deber de todas las personas formarse en la medida de sus posibilidades, para poder devolver a la sociedad una parte de lo que recibimos de ella. Y también es un deber de todos ayudar a nuestros hijos, familiares, amigos y, en general, a toda la sociedad, a formarse adecuadamente para encarar la vida presente y construir la vida futura.